MELODÍAS DE PALABRAS


Malva-da-carencia

(Escrito para la revista Malva Antül)

Toda mi creencia encima de mi carencia, no se puede de otra forma, así estamos hechos, lleva miles de años. Amar, herido como voy, es más que suficiente. Las huellas del dolor fantasma, en la risa que provoco, en la relación con mis padres, en las líneas de la mano, en el árbol de los míos, o en el mar de hojas secas que caen como síntomas ¿qué es la brutal ideología de estar respirando? Muchas maneras hay para evadir lo más simple. No cuesta tanto por ejemplo; reír de ironía, pensarse feliz, rabiar con justicia, pertenecer a algo, romper en reclamo, ganarse el respeto, identificarse o desconfiar, vivir como hedonista, retener o soltarlo todo. Muchas maneras de querer ser luz, pero las ganas ya han creado la distancia. ¿Realmente soy la mochila que llevo? Cuanta vergüenza en los compartimentos, cuanto dejado por años sin limpiar, cuantos cierres que ya no abren o ya no cierran. Cuanto miedo a que vean mi mochila, con todas sus oscuridades. Sanar; como bandera de transparencia, como apertura inagotable. Soñar, desnudo de pretensiones, aunque la libertad sea deforme. Pero el punto ciego del pudor, de verse como se es, hace estragos mudos. Y la inteligencia de andarse a las espadas, como si sirviera de algo interpretar lo que somos. Urge la expansión del lenguaje y del amor en la sociedad dopada. Urge romper la indiferencia silenciosa que disipa la acción conjunta. Urge tú mismo en el seno de ti. Urge crear un pulpo de luz, cuyo corazón este en el centro de todas nuestras mentes.
Bicho Pablo 




DEMAGOGIA SEGUNDA

Bueno mi nombre es Pepelón, no conté antes sobre la casa ni la anciana, pues lo voy a hacer ahora. La idea de los prototipos metafísicos no fue cosa de mis pelos, ya muchos seres habían buscado tan intelectualoides letras para describir sus anhelos, que a veces eran terminales axonales de un mapa conceptual, cuyos extremos se abren como flores a cual orgasmo sináptico, explosión de neurotransmisores. Esta casa era quizá mi prototipo metafísico. Desde afuera se veían choclos saliendo del techo, todo lo que era muros o tejado estaba recubierto con unas láminas metálicas, arcaicos paneles del sol, a los costados del pórtico había cajas de madera con cultivos de hortalizas, potenciales banquetes que adornaban la cabaña de múltiples colores. Al entrar en la casa lo primero que me impactó fue el coihue saliendo por el medio de la mesa y la chimenea que subía enroscada por el tronco. En las esquinas del techo y en los travesaños de los umbrales de ventanas y puertas colgaban tomates que podía cabecear cuando me desplazaba, la anciana quejumbrosa por muletillas, se paseaba acariciando las hojas, les tiraba escupos que luego esparcía con sus dedos a cual lava vidrios, las cáscaras de todas las verduras las trozaba en pedazos muy pequeños para ayudar a masticar a las lombrices.
 –Debes crear vida de sobra en gratitud a todo lo sagrado, podemos crear lo que queramos y cuanto queramos… decía la viejita y se reía.  La inseguridad a ratos me hacía crearme como “alguien” y luego ignoto como respirando. Pensé en crecer y explotar en ese orgasmo de hortaliza –Somos hortalizas que estallan, me dijo. Me palidecía que leyera mi mente a cada rato. La anciana sopló. Yo cerré mis ojos y empecé a sentir como si la piel se me estuviera abriendo en heridas, heridas de las cuales salían pétalos, pétalos por donde entre salían pistilos, pistilos con terrazas de estambres, sillas de caña encima de esos espermatozoides amarillos y en una de las sillas, yo, un ser imaginario que vive en los mundos mentales capaces de concebirme. Es más, en todas las sillas desde todas las perspectivas, yo, miraba un campo de flores inmenso en donde Pepelones sonrientes, tristes, maniáticos y maquiavélicos, tomaban cosmos, por no decir tomaban sol, tendidos de guata o de espalda o en decúbitos fetales casi inentendibles sobre los pétalos de las flores. Las raíces de esa flor prolongadas hasta algún fondo, donde todo se invertía, apareciendo otra tierra, otra atmósfera y otro mundo, en donde veía una cabaña rodeada por un desierto huevo frito donde dormía mi imagen, acurrucada en la esperanza de volver al útero. Poniendo mi alma de forma imaginaria dentro de la imagen de ese cuerpo, pude llegar a tener la sensación de infinito,  o por lo menos una migaja de lo que eso significa, una piel, unos sonidos, unos olores, pude correr por entre unos conductos secreto-oculares y entrar hasta la ventanilla de una retina y darme cuenta que estaba en una cabaña, con una anciana medio chalada rodeada de acelgas, de apio, maíz, papa, escuchufrena, chimboteta ¡que diablos!, ¿como dejar de abstraerse?¿como dejar las mil caras de la evasión y respirar donde se está, sin pudor de lo que se es o de lo que no se es?, ¡¡no hay tiempo que perder, respiremos todos juntos!! esta es una ideología cercana pero poco virulenta. Con las mentiras se crean realidades, soy un falaciador y con mis manos construiré mi falacio. 

Bicho Pablo

Burbuja


Cuando dejé de pensar que Pepelón existía, el mundo se puso de golpe más hostil, pero no por eso menos apasionante. Por que rápidamente la dialéctica de mi cabeza de niño se aferró a su naturaleza mágica, a la maravilla de mi existencia, al vértigo del misterio, entonces pude saber, que quería ser por siempre un niño, por que veía que los adultos nada tenían de mi mundo, a pesar de estar en él. Yo no quería crecer para no dejar de ser nunca el habitante de mi mundo imaginario, mi palacio supraperfecto. No solo perfecto como el de mi vida normal. Fue entonces cuando se me ocurrió la maravillosa idea de vivir dentro de una burbuja, que reuniera todas las condiciones de la supra-perfección. Tenía que acudir a mi madre, la que siempre me había entendido, la que siempre me acurrucaba entre sus ventrículos y su aorta, ahí desde donde nace el pulso, ella debía tener la solución a esta alma acongojada. Puse todo mi valor en los zapatos, la ingenuidad en el bolsillo, me acerqué a ella con la decisión de un misil y le pedí lo imposible… Le pedí a mi mama que me regalara una burbuja. Nos quedamos rato mirándonos sin juicios, hasta donde yo se…luego ella me habló: - Me dijo que tal vez una burbuja no sería lo más óptimo para mi desarrollo, que no iba a conocer el mundo de forma real, y que me sería imposible encajar en él cuando quisiera salir de mi quimera. Me dio igual, le dije que aun así, yo quería que ella me regalara una burbuja. Es que no son nada baratas, me dijo. Una burbuja nos puede costar la renuncia dijo. ¿La renuncia a que mamá? A todo hijo, a todo. ¿Y cual es el problema? Que puede ser irreversible. Me daba igual, sus palabras no me atemorizaban, ya lo habían hecho mucho tiempo. Entonces lloré y pataleé, y ella me dijo que no la manipulara, que no me iba a regalar la burbuja. Pues lloriqueé a sus pies por semanas diciéndole que no me interesaba el mundo real, así de sucio así de turbio. Ella me dijo que era muy difícil formar una burbuja dentro de otra burbuja. Mi madre ya se había percatado de mi mundo propio, de mi reducido y basto mundo. Yo no la escuché y le dije que prefería un mundo imaginario, que sabía que para mi sería igual de real. Ella me arrastraba todos los días, a mi y mis congojas metafísicas, trapeaba el polvo estancado con mis ruegos pegajosos. Un día (creo que fue en invierno) la pillé desprevenida y cedió. Te regalaré una burbuja hijo. La abrasé con infinita ternura y ella dijo que me quería. Le empecé a decir como quería que fuera mi burbuja, saqué una copia de la lista de mi bolsillo y empecé a enumerar todas las características de mi burbuja soñada: 1- la burbuja debe tener dimensiones medidamente inconmensurables. Desde donde yo, parado en cualquier punto del terreno o ultraterreno, divise todo el horizonte y no vea en ningún rincón ni manchas de propiedad ajena, todo debe ser mío. ¿Crees que te has portado lo suficientemente bien y has sido lo suficientemente honesto como para recibir tan grandioso regalo hijo? Por supuesto mamá.  Mi respuesta no podría haber sido mas honesta. Seguí con la lista: 2- debe haber diversidad de climas y paisajes, ecosistemas y animales, un pequeño mundo a mi medida. 3- mi imaginación es la que debe mandar, debe ser un sitio atemporal como en los sueños y poseer la virtud de provocarme sensaciones corporales, psíquicas y enteléquicas. 4- mi casa debe tener nada más que lo necesario en cuanto a alimento y aseo personal, una colcha donde echar el caracho, y murallas blancas con fotografías blancas. 5- no necesitaré esposa, por que podré relacionarme con los seres hechos de energía que vagaran por los montes y las praderas, que en el instante donde yo quiera podrán materializarse.6- la burbuja debe poseer una realidad irracional y una existencia espontánea de las cosas. 7-La funcionalidad de las cosas será reemplazada por lo disperso de este mundo onírico que se basta a si mismo. Mama quedó boquiabierta. ¿Tú escribiste esas características hijo? Yo quede vacío, no recordaba haberlas escrito, solo sabía que tenía una lista con mis peticiones en el bolsillo, y la leí espontáneamente, yo no las había escrito, por lo menos no me acuerdo cuando lo hice. No tenía sentido ni fin darle esa explicación a mi madre entonces le dije: si mamá yo las escribí. (Pensé que podría haber sido una manito de dios) ella cavilo un momento, y me dijo: bueno yo confío en tu sinceridad. Hubo un silencio… ¿y? pregunté. Esta bien hijo te regalaré la burbuja, eres un chiquillo muy sensible y muy inteligente. ¡¡Gracias mamá!! Eres maravillosa. Eso si, tienes que renunciar hijo, debes renunciar a este mundo para poder vivir en el que tú quieres. Yo me quede callado y no supe que decir, cachetada y grilla al piso, ¿esta mierda de pragmatismo seria mi cárcel de siempre? me fui a la pieza, arrugue la lista de mi mundo perfecto y me ahogue en llantos. Me pasé horas mojando la almohada, me era una utopía abandonar este mundo por que debería haberme desmaterializado. El rastro de los mocos y las lágrimas quedaron petrificadas en la funda del cojín. Desde entonces cada vez que me preguntaban que quería ser cuando grande yo respondía que quería seguir siendo niño por siempre, que yo cuando grande quería ser niño. Pero por cosas de la biología y  la sociedad yo crecí y me hice adulto, en aquel momento mi existencia se inclinó por la libertad incondicional, por la exquisita lucha de poder desmaterializarme.

Bicho Pablo



Bichos Bolivianos (Síntesis de una vitacora)

Nada como jalar mujeres en el espejo del mundo...



Este pequeño abstracto como síntesis de viaje, muela y canilla, husmeando el contorno del corazón sudamericano, Bolivia en su lamento, mientras los verdes explotan de vida.


Los camioneros del norte ganan mas que los del sur, los minerales son otra cosa, pero muchos aman sus camiones como si hijos fueran, el desierto un gran huevo frito. Alrededor de San Pedro de Atacama, Dios cometió una chifladura, El Valle de la Luna y otros palacios de desolación, precipicios y cuevas de ratones y gigantes, arterias bajo tierra, el silencio de la nada. Cuando llegué alucinado a una piedra de muro increíble Clara-ida dió dos golpecitos con su mano llamando dentro, la piedra crujió desde sus entrañas y ambos nos miramos, asombrados de cosquillas y misterio, nerviosos por supuesto. Desde la copa de las mas altas, sobre montañas huecas de recobecos, el mismo nos regaló una puesta de sol en contrapunto con una tormenta eléctrica...al universo se le ha safado un tornillo.

En el paso a Uyuni múltiples lagunas y granizos, miles de flamencos rosados sobre un lago rosado, sentía como si cada tanto te detuvieran y te pusieran frente a un cuadro, y como un crítico de arte, me mezclara en la pintura. Empieza a verse la violencia del turista.
El salar un palacio para devotos, no se si habrá otro espejo así en la tierra, pero la emoción de existir un lugar así en el planeta hacíanme brotar lágrimas de agradecimiento. Ahí la única foto que me ha llegado del viaje, sobre el espejo jalando mujeres, la que encabeza, ya que cámara yo no llevé.
Luego los caminos torturados, donde la fuerza común y las patas en el barro son la solución para que un viaje que debería haber durado 12 hrsy esta durando 24, no termine durando 70.
Le preguntaba a una señora que trabajaba con los buses que edad tenía; -veinte, me decía. La goma de la temprana vida laboral, borra en Boliviagrandes masas de juventud, acelera arrugas, y hace pasar de la corta infancia a la sacrificada adultez de querer surgir del atraso.
Luego llegué hasta Rurrenabaque y más adentro, me di cuenta; la selva esta repleta de luciérnagas. Otra no emplumada amarilla brillante de esas venenosas que se enroscan, me dió la bienvenida a las orillas del Beni, por suerte se mantuvo estatua con mi pie a 10 centímetros de su cara. Ahí Chaca, el argentino de 40 que sin documentos ni apellidos llevaba viajando toda su vida me hizo un puente. Hace un año que recorría el amazonas entrando por todos los países. Su artesanía hecha con la médula de la naturaleza, dientes de jaguar, colmillos de tapir, pieles de anacondas y semillas de que se yo. Él me llevo a entrar a la selva, desde el pueblo de Rurre. Por ciertos miedos adquiridos, mosquitos insanos y cualquier otro bichos raro, me encomendé a San Miguel. Nunca supe porque dos cuadras después apareció un edificio azul que decía "Funeraria San Miguel" me reí sobremanera un tanto nervioso y evitando decifrar el mensaje. Chaca me llevo donde Alfonso, un Chamán indígena de 60 años que me acogió como a un hijo junto a su señora; Doña Berta, su dialecto Tacana en agonía, el Kechua y el Español, la yuca y el maduro, la simpleza y la energía libre de pretensiones, me hacen recomendar dichas presencias a quienes por ahí vallan, para eso pueden hablar conmigo. Las agencias turísticas y el comercio en torno a la naturaleza nos castra el desarrollo de la presencia, lo único que puede fortalecer las relaciones que atraviesan la ilusión de las patrias.
El río Beni que subió como no lo hacía hace 15 años, transportando en su caudal gigantescos árboles selva abajo hacia el amazonas desde la altura de la paz. El río se llevó a tres, y como cerca estaba el cementerio me tocó escuchar los llantos de la tragedia. Las mariposas del porte de mi palma abierta coloreaban el aire en movimiento. Cuando fueron por el Ayahuasca, conocí a otro Chamán Ese Ejas, pobres como ratas, bajo 5 metros cuadrados de techo de paja sin murallas, vivían 9 personas, niños y guaguas comiendo con las manos. Nunca supe el nombre del otro Chamán, ya que como me dijo Alfonso, ellos se cambian constantemente el nombre, y si le dices tu nombre se lo adjudican diciéndole a los demás que así se llaman , extraño juego ¿no? al carajocon las identidades.
La selva por dentro nada entiende de fronteras de países, "el Amazonas por dentro es una sola" me decían, tribus ríos balsas, peligros y abundancia de todo tipo. No sólo Chamanes, sino Curanderos, Brujos y Macumberos, en teleseries de jerarquías espirituales y cahuinestelepáticos, reuniones astrales y ciertos mitos y locos de los que poco se habla, como por ejemplo el maestro boliviano Oscar Ichazo, de quien Alfonso había oído escuchar que por ahí anduvo en busca de fórmulas diversas de la sagrada medicina.
Mas concretamente la diarrea me ataco una semana quizá por comer carne en casa de Alfonso, carne que no comía hace dos años. Quizá eso aguó mis esculturas, o quizá el hecho de beber agua de todos los ríos o no lavar las verduras. El suceso fue igual, corriendo a la letrina apartada de la casa, voy llegando a sentarme para hacer la descarga y una araña del porte de mi mano me esperaba para entrar a mi cueva, bueno sólo si quieren se lo imaginan, en la desesperación de la represatuve que tirarla a la mierda y realmente cagármela.
El colombiano tenía mejores aventuras; después de haber sido de la milicia en Colombia dos años, haberse perdido 5 días en la selva también por haberse alejado en la defecación encontrándolo unos nativos, haber conocido el terror de las brujas y matado personas de lafarc, cosa que sólo soporto siendo adicto a la cocaína y la pasta base, se había rehabilitado de adicciones y culpas tomando Yajé con guías en elPutumayo, seis meses exorcisando chukys en una comunidad. Desde ahí hace dos años que viajaba libre y con una gata blanca llamada Chacra sobre el hombro. Andrés a sus 23 era la inocencia encarnada, un pan de dios, un hijo del Padre como el decía, un artesano gozador de la vida, o como el decía que todos eramos; "un instrumento de dios"
En mi segunda experiencia con la medicina pedí saber quien era yo, no me tocaron fuerte las dos dosis, sin embargo durante el sueño mi pregunta se hizo paradoja, viendo en las visiones a toda la gente que conosco, incluso los que hace años no veo, cientos de caras y la mía en ningún lado.
El chamanismo se aprende en el camino de la liana mágica.
Para volver sin bolivianos, pedía en cada local, persuadiendo por un plátano, una zanahoria, un tomate, una botella de agua. Travesía para subir de nuevo a La Paz por los pésimos caminos, en donde me encontré con Erik, mentor de el Sofa (espacio de arte) claramente un bicho raro, con el cual la sincronía nos llevo por los paseos ahumadas de La Paz en donde los humorístas callejeros te suben al columpio frente a decenas de personas por ser extranjero, y uno entonces puede jugar a ser australiano. Luego la misma nos llevó a arrendar una pieza he improvisar sin cordura con un violín y una guitarra, la vuelta entre buses y camiones, duró 5 días.
El resto de los detalles quedarán resguardados por mi "pésima memoria"
Ahora de vuelta en Santiasco
Reportiando hechos y des-hechos
Bicho Pablo

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